Foto Lecturas: Desde el Arco del Triunfo, nos saluda Carlos Carrizo

París se extiende como un mapa vivo bajo los pies de quienes se atreven a subir al Arco del Triunfo. Desde lo alto, la ciudad respira historia y movimiento, una obra de arte en constante evolución. Carlos nos ofrece una perspectiva única, donde las avenidas se despliegan como los brazos de un gigante que abraza la ciudad.

Las vistas desde el Arco son algo más que una simple postal. Son una invitación a recorrer las historias que se esconden en cada rincón de la ciudad. La avenida de los Campos Elíseos, que se extiende como una cinta que une el pasado y el presente, es testigo de desfiles, revoluciones y paseos tranquilos de turistas y parisinos.

La Torre Eiffel, siempre vigilante en la distancia, parece un faro de hierro que guía a quienes buscan descubrir la magia de París. Las calles y los tejados de la ciudad cuentan sus propias historias: de artistas que pintaron la bohemia en Montmartre, de escritores que llenaron cafés con ideas, y de amores que nacen y se pierden en la ciudad de la luz.

Desde esta altura, París parece una novela inacabada, un libro cuyas páginas aún se están escribiendo. Y mientras las sombras se alargan y las luces de la ciudad comienzan a parpadear, uno no puede evitar imaginarse sentado en un café, con un libro abierto, dejando que París se cuente a sí misma.