Foto Lecturas: San Terenzo: el rincón escondido capturado por Carlos Carrizo

Fotografías de:

• Costa escarpada
• Pueblo pesquero
• Barcos pequeños en el puerto
• Calles angostas y coloridas
• Puesta de sol sobre el mar

San Terenzo es uno de esos lugares que parecen sacados de una postal perdida en el tiempo, donde el mar acaricia suavemente la costa y la vida transcurre con una calma que envuelve a todos sus visitantes. A través del lente de Carlos Carrizo, este pequeño pueblo pesquero se revela como un refugio de paz, donde cada rincón parece invitar a detenerse y respirar profundamente el aire salino.

Las calles angostas y coloridas serpentean entre las casas, que se alinean como si hubieran sido cuidadosamente pintadas con los tonos cálidos de una paleta de acuarelas. Los colores vivos de las fachadas se reflejan en el mar, y cada curva de las calles nos sorprende con vistas espectaculares de la costa escarpada que se sumerge en el Mediterráneo.

El puerto, lleno de pequeños barcos de pesca, es el corazón de San Terenzo. Aquí, el mar y el hombre han construido una relación antigua y profunda. Los pescadores, con sus manos curtidas por el trabajo diario, salen cada mañana a buscar lo que el mar quiera ofrecerles. Carlos captura ese momento de quietud antes de la salida, cuando el puerto está en calma y el sol aún no ha ganado altura.

Y al caer la tarde, la puesta de sol sobre el mar convierte a San Terenzo en un escenario perfecto para despedir el día. Los tonos dorados, naranjas y rosados tiñen el cielo y el agua, creando un espectáculo que parece diseñado solo para aquellos que tienen la suerte de presenciarlo. Es en esos momentos cuando uno se da cuenta de la belleza que reside en lo simple, en lo cotidiano.

San Terenzo es más que un destino, es un estado de ánimo. Es un lugar para escapar del ruido y sumergirse en la serenidad de la naturaleza, donde cada imagen parece contar una historia de conexión entre la tierra, el mar y las personas que lo habitan.